Pájaro de tormenta

(Hiperión, 2023)

 

«… mucho ha llovido desde entonces, pájaro de tormenta», dice el
último poema de Bajo la lluvia equivocada. Con este apelativo de la
poeta, Pájaro de tormenta, hemos reunido sus primeros cinco libros:
Estrellas por la alfombra, Vocación de rabia, Invención de gato, Bajo la
lluvia equivocada y El dado azul. «El ciclo de la rabia», como lo ha bautizado
el prologuista.
«La rabia que cultiva Vanesa Pérez-Sauquillo es una flor carnívora y
extraña, con injertos de sueños perdidos, desengaños barrocos, pétalos
arrancados y alas rotas. Una rabia que muerde y ladra. Una rabia que
maúlla en los tejados. Una rabia que huele a lluvia y a desvelo».

LUIS BAGUÉ QUÍLEZ

*
Atrévete conmigo.
Soy joven.
Tengo mucho deseo que perder.

*

Escucho los ladridos, distintamente,
pero nada sé de ese perro que arde
ni del dibujo de su huella por la tierra abrasada.

Reconozco a los que lo han mirado
frente a frente. Escucho sus historias.
He pasado varias veces la mano
ante sus ojos blancos desde entonces
y he sentido una llama calentarme los dedos.

Pero yo solo escucho los ladridos.
Incluso cuando salen de mi boca.

Nada sé de poesía.

*

«Cuida de ella»,
le dijo a una copa
tocando su cristal vacío
con las dos manos grandes.
Y cuando regresó
la copa estaba llena
de cuidados
y ella, transparente
y bebida, dormía
la curva frágil
de su noche.

*

VIII

En el cuarto amarillo
los amantes encienden las palabras.
Qué importa lo que duren, si prenden rápido,
si se tiñe la cama de reflejos de plata, azul, rojo,
naranja, si no suena otra cosa, si los miedos
se escapan y florecen
las quemaduras de la sábana.
Las palabras se afilan
con fuego de palabras.
Los amantes ensayan.

*

Te espero
donde siempre

cuando nunca

*

EPÍLOGO
Desde entonces, el día en que descubrí
el secreto de los vasos canopes
y fui vaso canope para ti,
y carne de gata disparada contra mujeres
con las que tú duermes y yo sueño
(amor, me confieso una rabia
de XIX dinastía. He masticado pelos
yo que fui flor de loto), dirás,
mucho ha llovido desde entonces,
pájaro de tormenta.
Y sin embargo no hay cobijo interior,
estoy mojada todavía
de aquel tiempo de furia extraordinaria,
de amor imperdonable,
bajo la lluvia equivocada.

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